Guerra Civil en Barcelona – Plaza de San Felipe Neri

El miércoles por la mañana fui en busca de una pequeña plaza, escondida en un nudo de calles y callejones tan representativos del Barrio Gótico. A pesar de estar provista de un mapa, encontrarla no era fácil, también es el caso de las memorias que se conservan en este lugar, difíciles de descubrir y a menudo aparentemente rodeadas por una densa niebla de discreción.

Encontrar la plaza

Son las 9, y estoy en la Plaza de la Catedral. Según mi mapa la plaza de San Felipe Neri está situada en las inmediaciones. Le pregunto a unos pocos transeúntes, muchos responden que no lo saben, otros que está cerca pero no saben exactamente dónde, y un señor, aunque muy amable, me da la información incorrecta. Al final, subo un pequeño callejón estrecho que tiene una ligera inclinación y está situada justo al lado de la Catedral. Obviamente, está plagado de curvas, y como aún es pronto hay un silencio sepulcral un poco inquietante. El pequeño camino llega a su fin por un pasaje abovedado desde el que se llega a la Plaza de San Felipe Neri.

Plaza de San Felipe Neri San Felipe Neri
El ambiente en la plaza

Silencio. Después de la repleta y animada plaza de la Catedral me encuentro inmersa en un pequeño plaza, donde ni siquiera los pájaros cantan. Puede ser porque aún es temprano en Barcelona, pero aún no hay un alma, y por un minuto el tiempo se detiene. Todo aquí es muy simplista: allí está el Museu del Calçat Antic (el “museo del calzado antiguo”), una pequeña iglesia barroca, un convento, el hotel Neri H & R, con un bar y algunas mesas, y en el centro sólo una fuente a la sombra de dos acacias. Personalmente, su encanto es exactamente esto, una simplicidad cautivadora. No son necesarias las palabras. Sólo la paz y la tranquilidad son capaces de dar voz a los trágicos suceso que aquí tuvieron lugar.

 

Un poco de historia

No todo el mundo sabe que donde hoy se encuentra la plaza en el periodo Medieval antes se encontraba un cementerio judío. Durante el Renacimiento se construyeron dos edificios, la Casa dels Calderers, la antigua sede de la compañía caldera, y la Casa dels Sabaters, la casa de los zapateros, que hoy alberga el Museo del Calzado mencionado. Entre 1721 y 1752 se construyó la iglesia barroca, diseñada por el arquitecto Pere Bertran y asistida por el constructor Salvador Ausich i Font. La iglesia consta de una sola nave, un elemento que sirve para centrar la atención del visitante en el magnífico altar mayor, que data de finales del Siglo XVIII. La fachada de la iglesia, sin embargo, permanece desfigurada a causa de uno de los muchos bombardeos que tuvieron lugar durante la Guerra Civil Española.

La placa conmemorativa indica que en esta plaza el 30 de enero 1938 cayó una bomba que provocó el derrumbe de la parte subterránea de la iglesia de Sant Felip Neri, causando la muerte a 42 civiles, incluidos 20 niños, que se refugiaban aquí . No fue, sin embargo, el bombardeo más grave en la historia de la ciudad, según el monumento conmemorativo, el terror real fue el ataque sucedido entre las 22.08 del 16 de marzo y las 15.19 del 18 de marzo de 1938. Esas 41 horas de terror, con 12 monstruosos ataques y la detonación indiscriminada de 44 toneladas de bombas sobre la población civil puso a la ciudad de rodillas. Sin embargo, la muerte de tantos civiles inocentes y la fachada desfigurada de la iglesia dan a la plaza un aire melancólico que te llega al corazón y, de alguna forma, la hacen fascinante.

Algunos datos curiosos

Parece que el artista modernista por excelencia de Barcelona, Gaudí, iba a menudo a esta plaza y según se dice fue atropellado por un tranvía, mientras iba de camino para oír misa a la iglesia de San Felipe Neri.

En el bestseller de Carlos Ruiz Zafón, “La sombra del viento”, la plaza de San Felipe Neri es una pequeña obertura de luz en el laberinto de callejones del Barrio Gótico, cerca de las antiguas murallas romanas. Disparos de una ametralladora, que se remonta a la época de la guerra civil todavía rozan los muros de la iglesia. Esa mañana, un grupo de niños jugaban a la guerra, indiferentes a la memoria secular de las piedras.

La misma escena de niños jugando en esta plaza donde muchos otros han perdido la vida también se puede ver en el video “My Immortal” de Evanescence, una representación musical perfecta del encanto melancólico de esta pequeña y silenciosa área de Barcelona.

3 Comentarios

  1. La casa “dels Sabaters” fue trasladada a la plaza en el S. XX, al derribarse las casas que antes estaban delante de la catedral. Por otro lado no me acordaba que Carlos Ruíz Zafón describiera los agujeros como producto de una ametralladora, un error muy frecuente!!
    Felicidades por la página!

    • Hola Xavier,

      Gracias por la información y por tu comentario…

      No dejes de visitarnos y no dudes en escribir siempre que lo necesites!

      Sandra

    • Creo que Zafón no está equivocado al describir lo que causó los impactos en una parte de la plaza.
      Estas marcas sólo son posibles si los disparos provienen de las dos calles que dan acceso a la plaza ya que únicamente están frente a estas trayectorias, quedando sin marcas el resto de la plaza. Si fuera la metralla de una bomba estarían picadas mas paredes de en toda la plaza.
      De todas formas es una apreciación personal de la mera observación de este lugar encantador.

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