La ciudad de Barcelona es famosa y admirada por muchísimas razones: sus playas, su gastronomía, su vida nocturna y ese encanto tan especial al que la original arquitectora contribuye en gran medida. Barcelona es el escenario principal del estilo arquitectónico conocido como modernismo, estilo que vivió su época dorada a principios del siglo XX y cuyo máximo exponente fue el famoso arquitecto Antoni Gaudí. Una de sus obras maestras es La Pedrera, una de los edificios emblemáticos más visitados de Barcelona junto al Parque Güell y la Sagrada Familia, también obras de Gaudí.
La Pedrera está situada en el Paseo de Gracia, la avenida más elegante (¡y cara!) de la Ciudad Condal, así que es el sitio ideal para establecer tu centro de operaciones durante tu viaje. Sigue leyendo para aprender todo lo que necesitas saber sobre este increíble monumento: su historia, los datos más divertidos y la información práctica, incluyendo dónde conseguir tickets La Pedrera Barcelona. ¡No te lo pierdas!
La Pedrera recibe alrededor de un millón de visitantes cada año, y es el edificio civil de Antoni Gaudí más visitado. Se la conoce popularmente como La Pedrera, pero el verdadero nombre de este bonito y original edificio del Paseo de Gracia es Casa Mila, que era el apellido de la familia burguesa que ordenó su construcción.
De hecho, la construcción de la fachada de La Pedrera siguió el procedimiento habitual de las primeras décadas del siglo XX en Barcelona, procedimiento que se repitió con muchos otros conocidos edificios de la ciudad, la mayoría de ellos de estilo modernista. Esto es debido a la coincidencia temporal con la época dorada del Modernismo, pero ¿qué tal si te lo explicamos con más detalle?
Durante los primeros años del siglo XX, el distrito del Eixample ya había conformado la Ciudad Condal tal y como la conocemos hoy. El Eixample unificó la ciudad vieja (el centro y los barrios más cercanos al mar) junto a los barrios de la parte alta de Barcelona, que fueron pueblos independientes hasta finales del siglo XIX. El Eixample se convirtió en uno de los principales centros de actividad de Barcelona, y, durante estos años, muchos burgueses y emprendedores catalanes adinerados compraron propiedades allí y contrataron a arquitectos más o menos reconocidos para rediseñarlos. Eso fue exactamente lo que sucedió con La Pedrera: Pere Milà i Camps, hijo de un famoso empresario textil, contrató a Antoni Gaudí para reformar la fachada del edificio, situado en la esquina de Paseo de Gracia con la Calle Provença, cerca de la Avenida Diagonal. Su intención era situar allí su residencia privada y alquilar el resto de viviendas, así como abrir tiendas en la planta baja.
La Pedrera se construyó entre el 1906 y el 1910 entre varias polémicas. Milà tuvo que pagar varias multas porque el edificio era más grande de lo que el ayuntamiento permitía entonces, cosa que contribuyó al deterioro de la relación entre propietario y arquitecto. Finalmente, el ayuntamiento permitió algunas excepciones debido al valor artístico del edificio. Gaudí firmó el documento que finalizaba la construcción en el año 1912, pero la polémica no terminó ahí. Como a veces pasa con las obras de arte, La Pedrera no fue bien recibida por sus contemporáneos por lo mucho que rompía con la estética neoclásica del resto de edificios de la zona, y fue objeto de críticas y burlas. Sin embargo, como podrás ver cuando visites Paseo de Gracia, los edificios modernistas ya no son una excepción, y son muy populares y apreciados.
La Pedrera ha tenido una vida interesante. Durante la Guerra Civil Española, una parte se utilizó como sede del departamento de Economía de la Generalitat de Catalunya, e incluso se construyó un bunker subterráneo como protección contra las bombas. Ha sido escenario de mercadillos, oficinas de departamentos gubernamentales, hostales, bingos y clubs de citas y, además, hoy en día también tiene funciones muy interesantes. ¿Sabías que todavía hay familias que viven allí?
En 1984, la UNESCO declaró el edificio como Patrimonio de la Humanidad junto con otras obras de Gaudí, como el Parque Güell, el Palacio Güell y la iglesia de la Colonia Guell, una de las obras de Gaudí situadas fuera de Barcelona. En lo que respecta a La Pedrera, el hermoso edificio ha cambiado de manos en diversas ocasiones. Tras la muerte del empresario Milà, su esposa se lo vendió a una agencia inmobiliaria y fue finalmente adquirido por la Caixa de Catalunya. Hoy en día es propiedad de la Fundació La Caixa-La Pedrera.
¿Y qué hace de La Pedrera un edificio tan singular? Las formas sinuosas de la fachada son una marca innegable del estilo de Gaudí, así como las chimeneas y el trencadís. Como seguramente sabes, Gaudí es el principal exponente del modernismo, un estilo inspirado en la naturaleza a medio camino entre el Gótico y el Art Nouveau. Él quería diseñar una casa en una curva constante, tanto dentro como fuera. Y ¿sabías que está formada por dos edificios? La luz fue la otra gran fuente de inspiración del modernismo, razón por la que esos dos edificios están situados junto a dos patios, para que los iluminara la luz natural. En el interior, algunas de las paredes están cubiertas por cuadros llenos de flores y referencias mitológicas. No en vano, otra de las características principales del modernismo es su colorido y su atención al detalle.
La impresionante fachada está construida con piedra caliza y su inspiración en la naturaleza es bastante evidente. Píntala de azul en tu imaginación y te parecerá estar frente al mismísimo mar Mediterráneo. Esas formas curvas y sinuosas se reproducen también en el interior de La Pedrera: las paredes, techos y escaleras comparten la misma naturaleza del edificio. Y, por supuesto, no podemos olvidarnos de la que tal vez sea la parte más original: su terraza llena de maravillosas chimeneas. Hay veintiocho en total, llamadas espantabruixes ("asustabrujas" en catalán). Tienen formas retorcidas y originales que en realidad respondían a su funcionalidad, ya que, gracias a su forma, el humo salía con más facilidad.
La Pedrera sigue siendo un edificio privado en la actualidad. Esto significa que no pertenece al ayuntamiento sino a su propietario, es decir, la Fundació La Caixa-La Pedrera. Como sucede con el resto de obras de Gaudí, las entradas Casa Mila no son baratas, pero las maravillas que descubrirás en su interior hacen que la visita merezca la pena. Abre todos los días de las 9 de la mañana a las 8:30 de la tarde para las visitas diurnas, y de las 9 a las 11 de la noche para las nocturnas.
Este bonito edificio recibe alrededor de un millón de visitantes al año, por eso recomendamos que consigas tus entradas La Pedrera con antelación. De este modo, evitarás las colas y te asegurarás de no quedarte sin entradas.
Hay distintos tipos de La Pedrera- Casa Mila entradas. La visita diurna básica cuesta entre 16 y 17 euros, y te permitirá visitar la terraza, los patios, las exposiciones (algunas de sus habitaciones son museos) y el Espai Gaudí, cosa que significa que podrás hacer una visita completa al edificio. La audioguía está incluida en la entrada. También hay unas entradas La Pedrera premium para que evites las colas.
También puedes conseguir entradas La Pedrera para visitar el edificio de noche, una experiencia muy distinta, y entradas de día y de noche que incluyen ambas visitas. También puedes visitar el piso subterráneo y aprender más sobre su función durante la Guerra Civil. Esta visita es independiente a la del resto del edificio, y solo se puede hacer los sábados a mediodía. Necesitarás otro tipo de entradas.
Para acabar, no olvides que en La Pedrera también se celebran conciertos y otro tipo de eventos, a los que podrás acceder comprando las entradas específicas para ellos. ¡No te olvides de echar un vistazo a la agenda! Un concierto en la terraza de La Pedrera podría ser la mejor manera de acabar el día.
La Pedrera tiene una situación privilegiada en el mismísimo corazón del distrito del Eixample, y también de Barcelona. Una vez saques partido a tus entradas La Pedrera, podrás desplazarte hasta cualquier punto de la ciudad gracias al metro. La estación más cercana a la Pedrera es Diagonal, donde podrás acceder a la L3 (verde) y la L5 (azul), pero si caminas en dirección al mar llegarás a la estación Passeig de Gracia, donde además de la L2 puedes acceder a la L2 (lila) y la L4 (amarilla). Sin embargo, si quieres acceder a alguna de estas dos te recomendamos la entrada que hay a la altura de Gran Via de les Corts Catalanes, para evitar el pasillo entre líneas de metro más odiado por los barceloneses. Y con razón: ¡es larguísimo!
Al final de Paseo de Gracia encontrarás Plaza Catalunya, donde puedes acceder a la L1 (rojo). Como ves, La Pedrera no podría estar mejor comunicada.
Tras contemplar los magníficos detalles de La Pedrera, es hora de visitar el resto de la ciudad. Paseo de Gracia es un punto de inicio inmejorable para explorar Barcelona. Allí encontrarás otras casas modernistas de camino al centro de la ciudad, es decir, en dirección al mar. Pasarás por delante de la Casa Batlló, otra de las obras de Gaudí, y las otras casas de la Manzana de la Discordia, como la Casa Amatller o la Casa Lleó Morera. También puedes ir de compras, puesto que se trata de la mayor avenida de tiendas de la ciudad de Barcelona: ¡Moda y complementos para todo tipo de bolsillos!
Al final del Paseo de Gracia encontrarás Plaza Catalunya, la puerta a la ciudad vieja de Barcelona. Allí encontrarás la preciosa y emblemática avenida de Las Ramblas, que te llevará directo al Port Vell. A la derecha de Las Ramblas se encuentra el cosmopolita barrio del Raval, y a la izquierda, el bellísimo Barrio Gótico.
Si decides ir en dirección a la montaña en lugar del mar, también te encontrarás con agradables sorpresas. Pronto llegarás al encantador barrio de Gracia, uno de los preferidos por los barceloneses, lleno de callejuelas con encanto, cafeterías, bares y plazas. Allí encontrarás un gran número de restaurantes internacionales y de cocina catalana, con menos "trampas" para turistas que en el centro de la ciudad. Además, es el sitio perfecto para mezclarte con los barceloneses y conocer un ambiente muy distinto al que se respira en el centro. ¡Y eso también es Barcelona!
Y si decides subir todavía más y cruzar todo el barrio de Gracia, pronto llegarás al Parque Güell, donde podrás aprender mucho más sobre la obra y maravillas de Antoni Gaudí.
Como puedes ver, hay mucho que hacer tras disfrutar de tus entradas La Pedrera. Recuerda que ahora puedes comprarlas con GowithOh, además de disfrutar de nuestros demás servicios. ¡Nuestro objetivo es que tu viaje a Barcelona sea inolvidable!