La Fuente Mágica de Montjuic

Un espectáculo inolvidable

Disfruta des espectáculo de las fuentes de Montjuic!

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Una de las visitas imprescindibles de Barcelona es el complejo de Montjuïc, una montaña situada junto al puerto en el lado sur de la ciudad. Hay muchas formas de llegar, pero la mayoría de los turistas la ven por primera vez desde Plaza España, detrás de las dos torres venecianas. Desde allí verás el Palau de Montjuïc, y, justo enfrente, la Fuente Mágica de Montjuïc. Tal vez al principio no te parezca nada especial, pero eso es porque la magia se reserva para el atardecer y las primeras horas de la noche.

¿Y qué son exactamente las fuentes de Montjuic? Durante el día no es más que una gran fuente, pero por la noche ofrece un maravilloso espectáculo de luces, agua y música. La música empieza a sonar y la fuente se ilumina con diferentes colores, mientras el agua empieza a bailar al compás. Cascadas, chorros y saltos de agua bailan y se mueven al ritmo de la música mientras la multitud lo contempla, disfrutando del espectáculo.

La historia de la Fuente Mágica de Montjuic... Y sus cuatro columnas

Las fuentes (Montjuic) fueron diseñadas por el ingeniero Carles Buïgas i Sans para ocupar el espacio que quedó vacío tras la demolición de las Cuatro Columnas en 1928. Si ya has visitado Barcelona, ahora debes de estar confundido... ¡Ya que las Cuatro Columnas siguen ahí!

Sí, ahí están, pero son una réplica de las originales que se construyó hace muy poco, en el año 2010. Las Cuatro Columnas originales fueron destruidas cuando España estaba bajo la dictadura de Franco, que, como sabemos, reprimió duramente el movimiento político regionalista. La dictadura de Franco también reforzó violentamente la unidad de España por encima de los movimientos y las identidades regionales, pero antes ya lo había hecho Primo de Rivera, entre 1923 y 1930. Las Cuatro Columnas fueron diseñadas por el arquitecto modernista catalán Puig i Cadafalch, y simbolizaban las cuatro barras de la bandera catalana, la senyera. Y por eso fueron derribadas.

Sin embargo, un evento internacional muy importante tendría lugar en Barcelona solo un año después: la Expo de 1929. El espacio vacío que dejaron las Cuatro Columnas tenía que llenarse, y Buïgas presentó el ambicioso proyecto de las Fuentes Magicas Montjuic, que a muchos les pareció una auténtica locura. Pero fue aprobado, y más de tres mil trabajadores lo convirtieron en una realidad en tan solo un año. En realidad, todas las obras para la Expo ya habían empezado cuando se diseñaron las fuentes Montjuic, pero la impresión general era que "faltaba algo". Y así fue como nació uno de los símbolos más famosos de Barcelona. Buïgas se inspiró en la luz: descubrió un elemento que era bello en sí mismo, y que tenía un propósito estético más allá de iluminar las sombras. Creó una nueva ingeniería de luces, descubrió que alargar unas luces oscurecía otras, y diseñó una gran luz independiente que incluiría el resto sin hacerlas desaparecer. Buïgas diseñó varios juegos de agua y luz, pero solo se construyeron las cuatro grandes cascadas y la fuente central.

La Fuente Mágica de Montjuic fue reformada varias veces; una de ellas, como no podía ser de otra manera, para los Juegos Olímpicos de 1992, cuando se repararon las cuatro fuentes originales. Sin embargo, para entonces la fuente estaba en un estado deplorable, y tuvieron que cerrarla después de las Olimpiadas para reabrirla un poco más adelante, en 1994. Te habrás dado cuenta de que hasta ahora no hemos mencionado la música, y es porque no formaba parte del proyecto original. La música se añadió en los años ochenta.

Desde su inauguración, la Fuente Mágica de Montjuic ha sido un símbolo de Barcelona, que ilumina la ciudad con sus luces y sus chorros danzantes de agua en todos los eventos de importancia que se celebran. Lo hicieron durante las Olimpiadas, pero también se hace en Navdad y para las celebraciones de La Mercè, la patrona de Barcelona. Durante los meses de temporada alta también funcionan, ya que el turismo es el evento más constante e importante de la Barcelona de hoy.

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  • 2.500.000